domingo, 23 de enero de 2011

Historias tristes que ayer tuveron final feliz


Nacho Vegas inauguró el nuevo programa de 'Catarsis' con un soberbio directo en Bodegas Franco Españolas

El nuevo ciclo 'Catarsis' comenzó ayer de forma prometedora con un soberbio recital de Nacho Vegas. La sala de Bodegas Franco Españolas se llenó con cerca de 300 asistentes que contemplaron respetuosamente, y sentados, un concierto precioso del artista asturiano, que avanzó muchas de las canciones que conformarán su próximo disco, 'La zona sucia'. La actuación comenzó con dos canciones que Vegas interpretó solo a la guitarra (y con pandereta en el pie), 'Cuando te canses de mí' y 'Hablando de Marlén', dos temas para entrar en la atmósfera personal y sentimental del músico, uno de los letristas más sobresalientes del panorama musical nacional de hoy en día.

Y es que las canciones de Nacho Vegas, aunque puedan resultar histriónicas, hablan de la realidad, del sufrimiento y de lo que nadie se atreve a contar, «la zona sucia» de la vida, que el músico ha tomado desde el término de la Fórmula 1 (el trazado por el que no se rueda bien), metafóricamente, como título de su nuevo trabajo. Y es que Nacho Vegas habla sinceramente, es un artista que no esconde que acaba de dejar la metadona, aunque continúa con su particular relación de amor-odio con elementos como el Johnnie Walker. Vegas es de verdad, no miente. «Todo lo que he escrito me ha sucedido o me sucederá» ha declarado haciendo suya una cita de Carson McCullers. A continuación, Nacho Vegas se acompañó de Abraham Boba a los teclados y el acordeón y continuó con la versión de Townes Van Zandt 'Miss Carrusel', una canción de su primer disco en solitario ('Actos inexplicables'). «Estoy encantado de tocar en un sitio tan chulo como este, aunque hace un pelín de frío», confesó Nacho Vegas, que no prescindió de la bufanda que cubría su cuello en ningún momento de la actuación, en la que alternó el agua con sorbos a una copa de Barón D'Anglade.

Después de 'Miss Carrusel' hasta el concejal José Luis Lagunilla gritó «¡Bravo!», y así se sucedieron las canciones y las sonoras y merecidas ovaciones. Y es que la velada fue magnífica, favorecida por un artista que cantaba con sinceridad, la buena sonoridad aplicada al directo y un aforo adecuado. Este ha sido el primer concierto de Nacho Vegas en el 2011, el primero de la larga gira que le espera para presentar 'La zona sucia', un disco llamado a consolidarle definitivamente. Vegas supo, además, adecuar el ritmo de sus canciones al formato de la actuación dándoles un tempo cadencioso. Canciones como 'Dry Martini S.A.', quizá atrevida por su estribillo en un templo como Bodegas Franco Españolas, sonaron justas, igual que 'La gran broma final' y el colofón a un recital de una hora de duración (cumpliendo a rajatabla el programa), 'El hombre que casi conoció a Michi Panero'. Supo a poco y se pidió un bis con un aplauso cerrado, pero quizá el ágape que esperaba al público amortiguó los ánimos.


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