jueves, 11 de noviembre de 2010

Una alianza de músicos sin sellos de por medio

Nacho Vegas impulsa Marxophone, un colectivo de artistas que se autoeditan



Tres músicos españoles se juntan para cenar en Barcelona y, entre cerveza y cerveza, se dan cuenta de que ninguno está conforme con el funcionamiento de las discográficas en la actualidad. El asturiano Nacho Vegas está frustrado en su sello, Limbo Starr, el catalán Raül Fernández, Refree, quiere el control de su trabajo y el albaceteño Fernando Alfaro (Surfin' Bichos, Chucho...) ya dejó claro que no quiere tratos con casas de discos al colgar en internet gratis su último trabajo, Carnevisión.

"Decidimos hacer una autoedición de nuestros discos en la que nosotros asumimos los riesgos. Luego, de las labores de logística se encargará I'm an artist, nuestra oficina de management", explica Nacho Vegas. Así nace Marxophone, un colectivo con filosofía de izquierdas inspirado en una frase pronunciada por Marx en 1854: "España jamás ha adoptado la moderna moda francesa consistente en comenzar y realizar una revolución en tres días".

Los tres músicos, apoyados por su manager Juan Santaner, iniciaron la revolución en una noche. El primer cambio: el músico es dueño de su obra. En el esquema tradicional, el músico sólo recibe, de media, el 10% de los ingresos por ventas y el sello es el dueño del master del disco. "En Marxophone el músico se queda con más del 60% de los ingresos y no tiene que esperar dos años para cobrarlos", cuenta Santaner.

Segundo cambio: el músico toma todas las decisiones. "Refree es un proyecto muy importante para mí, un espacio de libertad total. No quiero ser presionado porque el disco tiene que vender un determinado número de copias o porque hay que grabarlo rápido. La mejor manera de conseguirlo es no estar en un sello tradicional", se sincera Raül Fernández.

El colectivo Marxophone utiliza una estrategia similar a la que las multinacionales pusieron de moda hace unos años, el contrato de 360 grados, con el que la casa de discos se encargaba de todos los frentes de negocio del artista. "Aquí también está todo centralizado. La única diferencia es que el que manda es el artista", subraya el director de I'm an artist.

Contra el final de la pasión

Otro eje vertebral que fundamenta el nacimiento de Marxophone apunta a recuperar la pasión por la música: "En estos momentos, las cosas están cambiando de la misma forma que cuando surgió la escena independiente a finales de los ochenta. En aquella ocasión, fue una reacción a la rentabilidad a toda costa de las multinacionales, algo que se ha ido contagiando a los sellos indies. Ahora los músicos independientes tenemos que presentar una alternativa para seguir haciendo las cosas con pasión", analiza Nacho Vegas.

Por ahora, no hay una política común sobre ofrecer el disco en libre descarga en la red. Mientras Nacho Vegas afirma no haberlo pensado todavía ("No suelo ser usuario de esas cosas, pero desde luego es un buen método y tendremos que hablarlo en próximas reuniones"), Refree explica que no lo ofrecerá gratis: "Un disco tiene un valor más allá de ser el vehículo para hacer conciertos. Regalarlo me dolería". La familia Marxophone, que se presenta hoy con un concierto en la sala Ramdall de Madrid, crecerá próximamente con The New Raemon y Fran Nixon.


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